Scrat | |
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Películas: | Ice Age Ice Age 2: El Deshielo Ice Age 3: El Origen de los Dinosaurios Ice Age 4: La formación de los continentes |
Cortos | Gone Nutty Tiempo de bellotas |
Videojuegos: | Ice Age 2 Ice Age 3 Ice Age 4 |
Modelo de realización: |
Ardilla Dientes de Sable |
Objetivo: | Conseguir una bellota |
Scrat era una ardilla dientes de sable obsesionada con atrapar alguna bellota que vivió en la época de la Edad de Hielo.
Durante los días de la edad de hielo, Scrat tomó una bellota con él a todas partes, con la esperanza de encontrar un lugar para almacenarla para el invierno. Scrat también salió a buscar otras bellotas a fin de continuar su almacenamiento, buscando por todos lados bellotas y nueces.
Scrat continuó obsesionado con la toma de la bellota hasta que conoció a otra ardilla dientes de sable llamada Scratte, que cayó por Scrat, abandonando su bellota por un tiempo, hasta que llegó a perder y volvió a su bellota, dejando Scratte atrás en un mundo de los dinosaurios.
Más adelante en el tiempo, a través de un error, Scrat fue responsable de la separación de los continentes, que dividió Pangea, la masa de tierra singular, en varios continentes. Después de esto, Scrat encontró un paraíso en la Tierra para sí mismo: una isla poblada por avanzados ardillas dientes de sable conocidos como Scratlantis. Después de encontrarlo, Scrat lo hundió por error, dejando varados a sí mismo en un desierto norteamericano. En algún momento de su futuro, Scrat se congeló en hielo y sobrevivió a las glaciaciones, unos veinte mil años después, la vajilla en un bloque de hielo en una playa tropical. Scrat perdió la bellota y encontró un coco, que se trata de la misma como su bellota, aunque en su almacenamiento, Scrat comenzó otro cataclismo por error.
Biografía[]
Una desafortunada Ardilla Dientes de Sable, Scrat se sometió a una serie de experiencias extrañas a través de su vida, a la vez tratando de almacenar una sola bellota a hacerlo a través de la edad de hielo. Scrat fue protector de su bellota hasta el punto en el que tener que arriesgar su propia vida para mantenerla a salvo de los demás o de cualquier daño.